Cualquier nuevo comienzo se forja a partir de los fragmentos del pasado. Cada pedazo de historia, de vida, nos convierte en lo que somos y define el futuro.
La vida está llena de anomalías que nos llevan al éxito, comportamientos fortuitos que se convierten en grandes descubrimientos. ¿Recuerdas la historia de la penicilina?
La imperfección es la base en la que se sostiene la excelencia, y a veces la genialidad.
Por eso a través de nuestras palabras, acciones y mensajes, imperfectos o no, queremos seguir un año más, y ya van 25, trabajando con pasión y con nuestra particular forma de crear, organizar, comunicar, diseñar…
¿Imperfectos? Sí, lo somos y nos enorgullecemos de ello ya que la imperfección es la búsqueda constante de la perfección. La perfección sin alma solamente nos lleva a una perfecta mediocridad.
Desde el entusiasmo por nuestro trabajo, en TARSA damos la bienvenida a un nuevo año y con él a una nueva oportunidad para mejorar tus ideas y proyectos.